El inminente lanzamiento de Resident Evil Ultratumba en DVD de a pesar de que todavía sigue reproduciéndose en alguna que otra sala perdida ofrece una segunda oportunidad de comentar lo que no se pudo en su momento de esta aberración cinematográfica, algo totalmente necesario al estar basada en el mejor survival horror de la historia. La cuarta entrega de una de las mayores faltas de respeto en cuanto a adaptaciones cinematográficas se refiere no llega a los extremos de sacrilegios como Dragon Ball Evolution pero se ha ganado por méritos propios que sus fans odien a este pobre calzonazos metido a director llamado W. S. Anderson. Si adaptar el mejor manga japonés de todos los tiempos era bastante difícil por razones obvias (que no es en absoluto excusa para hacer semejante acto), realizar algo decente sobre la saga de zombis no hubiera sido para nada complicado, tan sólo preocuparse de pequeños pero imprescindibles detalles de sentido común que el muy gañán no ha tenido en cuenta.
Y es que llevamos años intentando encontrar una explicación al papel que interpreta Milla Jovovich, flamante esposa del director, en estas cuatro películas que llevamos. Meterla en el reparto como gesto romántico o incluso para amasar más dinero en el nido conyugal hubiera sido incluso comprensible. Y darle un papel protagonista se podría llegar a asimilar. Pero lo que todavía nadie entiende es la absurda creación de Alice, una ridícula figura introducida con calzador en la historia cuando ya de por sí la saga Resident Evil cuenta con grandes personajes como Chris Redfiel, Leon Kennedy o Jill Valentine. Las dudas que cualquier seguidor se ha podido plantear alguna vez a la hora de imaginarse la película era cuál de todos sería el protagonista principal, por ejemplo. Introducir uno nuevo sobre el que gira toda la acción y cuya presencia influye directamente en el desarrollo de la trama es contaminar la historia original con muy poco respeto.
En el lenguaje cinematográfico existe una fórmula que resulta interesante, presentarnos la adaptación a través de los ojos de un superviviente, por ejemplo, y que poco a poco vaya interactuando con los personajes del videojuego. Pero no contento con meternos a su mujer, darle el papel principal y crear un nuevo y absurdo personaje, llega un momento que la concede superpoderes con los que mata a todos los malos sin pestañear. Y como la quiere tanto, la clona y hace 50 copias de ella para destrozar la corporación de Umbrella, que sigue experimentando con cosas turbias, en un abrir y cerrar de ojos. Menos mal que a los diez minutos matan a todas sus copias baratas y la dejan sin poderes, aunque a pesar de ello ni se nota ya que sigue dando saltos acrobáticos, repartiendo ostias y matando a zombis como si nada. Hay algunas películas en las que estás deseando que muera el protagonista cuanto antes y en este caso es evidente que haría feliz a mucha gente semejante acto de caridad. A la conclusión que podemos llegar es a la más lógica. Si tenía pensado poner a su mujer a cualquier precio podría haberle dado cualquier papel de alguien de la historia, no inventarse un personaje tan chungo. Es más, si tenía que ser la protagonista, pues creo que la Jovovich podíaa haber hecho perfectamente de Jill Valentine o incluso de Claire Redfield, porque para el parecido que guarda esta última con Ali Carter hubiera dado lo mismo.
Y ese es el otro gran detalle que hubiera sido insultantemente fácil de solucionar sin tener en cuenta el guión, el casting. Junto con la primera esta cuarta entrega ha sido la más decepcionante de todas por todo lo que se esperaba de ella. Hemos tenido que aguantar tres películas para que por fin aparezca Chris Redfield, la leyenda viva de los STARS que sobrevivió a la mansión Spencer. Resident Evil no fue tan trágica porque no se tocaba a ninguno de los protagonistas del videojuego original. En Resident Evil Apocalipsis decepcionó mucho que Jill Valentine fuera reencarnada por una muy poco conocida Sienna Guillory y que Carlos Oliveira, el mercenario que le ayudaba en Resident Evil Nemesis, no se pareciera ni en el blanco de los ojos, pero en general recordaba a la tercera entrega de Playstation y la figura de Nemesis buscando bazooka al hombro y sin descanso a los miembros de STARS lo suavizó un poco. Ver a Ali Larter, en un momento en el que su papel en Heroes le había quemado muchísimo, representando a Claire Redfield fue un duro varapalo, ya que no se parecía en nada ni física ni mentalmente a la hermana de Chris e incluso a lo largo de la película llega a maltratar a su hermano mayor, para terminar de humillar definitivamente al protagonista original.
Aun así quedaban un par de cartuchos y es que en ninguna de las tres primeras entregas habían aparecido los dos personajes masculinos más importantes de la saga, Leon S. Kennedy y Chris Redfield. El policía novato protagonizó el revolucionario Resident Evil 2 junto a una Claire Redfield que buscaba a su hermano por las calles de Racoon City y cuyo videojuego propuso un sistema de doble CD en el que podíamos vivir la misma historia desde diferentes puntos de vista entre otras novedades. También protagonizó la otra gran revolución técnica de la saga cuando a partir de Resident Evil 4 la perspectiva del videojuego pasaba de forma radical a shooter y a partir de la cual la acción predominaría en detrimento del survival. Aunque hubo muchos llantos y súplicas por el abandono del sistema de juego original, la verdad es que el experimento a base de matar a pobres aldeanos españoles fue todo un éxito. Pero a pesar de todo, desde mi punto de vista Chris Redfield, el protagonista de aquella primera parte que nos dejó a todos muertos de miedo en 1996, es el líder indiscutible de la saga. Fue el superviviente de la mansión Spencer en la primera parte, participó junto a su hermana en el polémico Resident Evil: Code Veronica de Playstation 2 y ha estado presente en el salto generacional hacia Xbox 360 y Playstation 3 con el último Resident Evil 5. El ex miembro de los STARS puede presumir de no haber faltado en ninguna generación de videconsolas desde el comienzo de la saga pero también ha sido el que más ha cambiado con el paso del tiempo. En su última actuación hemos podido apreciar cómo no ha perdido el tiempo y en sus ratos libres se ha pasado sin falta por el gimnasio. Al haberse convertido casi toda la población en zombi no ha tenido que esperar demasiado para utilizar las mancuernas y el resultado fue que se nos presentó en plena África con bíceps como cabezas. Con un actor de renombre, o por lo menos, con algún desconocido híper musculado preparado para saltar a la fama y ser el nuevo ídolo teen hubiera bastado tal y como venían las cosas desde hacía años. 
Aun así la aparición de Chris no ha pillado de sorpresa ya que se había anunciado muchos meses antes de su estreno que por fin aparecería en la cuarta entrega y se barajaron infinidad de nombres, pero nadie podía imaginarse ni en sus peores pesadillas que finalmente sería Wentworth Miller el elegido. Poner al guapo de Prison Break ha sido lo más descabellado que se les ha ocurrido a los responsables de la franquicia a lo largo de todos estos años. Al chaval, además, le ha debido de gustar eso de estar entre rejas. El señor Anderson no nos presenta a Redfield como se merecía, con su traje de los STARS o luciendo insignia de BSAA mientras machaca zombis a su paso. El director ha preferido encerrarlo en una mini cárcel como a un pobre hombre suplicando ser liberado. En lugar de ofrecernos a un líder musculado capaz de sacarnos de cualquier apuro nos ha regalado a un escuchimizado Michael Scofield que si nuestra vida dependiera de él moriríamos muy pronto. Incluso la forma en la que plantea al personaje, totalmente secundario, sin vida ni personalidad y mucho más rastrero y misterioso que héroe. El actor podía haber demostrado algo de profesionalidad y tener la dignidad de pasarse algún día por el gimnasio por lo menos. No se merecía eso. Ni él ni nosotros. Hasta el español que ronda por ahí, Sergio Peris Mencheta, se parece mucho más a él.
Siguiendo con el casting podemos resumirlo en que los actores secundarios hubieran pegado mucho más como protagonistas. Ali Larter hubiera sido válida para el papel de Jill Valentine como mucho, para hacer de Claire es muy mayor y parece la hermana viejuna de Chris en vez de la pequeña. Además es una actriz que aunque está bastante buena parece que siempre está de mala ostia. El papel de Wesker es simplemente lamentable. No da ni miedo y han buscado a un actor que carece del mínimo de glamour que debería tener cualquier villano que se precie. Por si fuera poco, cuando se encuentra con Chris y Jill hacen como si no se conocieran de nada, cuando lo más trascendental de la trama fue la suciedad que les hizo en el primer Resident Evil al revelarse como el traidor de los STARS. Otro papel muy asequible para cualquier actor era el de Jill Valentine, protagonista del primer y tercer videojuego, y que en este caso lo interpreta una desconocida Sienna Guillory, pero después de Wenthworth Miller puede ser incluso aceptable, sobre todo con su nueva imagen que apreciamos en el cameo final.
Los aspectos positivos más bien son pocos. Se agradecen los numerosos detalles de Resident Evil 5, como las mutaciones de los zombis, el mostrenco del hacha o los perros cuyas bocas se abren hasta límites insospechados. Pero aquí vendría otro apunte por parte de los espectadores que no conocen la historia original y es que el director no se ha molestado en absoluto en explicar por qué tanta tragedia. A mitad de la película aparece de la nada este gigantón encapuchado para destrozar con su hacha lo poco que queda con vida y es lógico que la gente no entienda nada. Si sirve de consuelo en el videojuego también ocurre así, pero la diferencia es que se trata de un videojuego. Anderson no es tan mal tipo y por si no tenemos suficiente nos ofrece la oportunidad de ver este cúmulo de despropósitos en tres dimensiones. El chico está en todo. Ha quedado demostrado que al señor Paul W. S. Anderson los seguidores de Resident Evil le importamos más bien poco y faltan zombis, mucho más zombis. La esencia del juego y de cualquier película de muertos vivientes es la supervivencia y nos encontramos con una película de acción protagonizada por la mujer del director. Desde España hemos puesto nuestra aportación para destrozarla un poco, y al título de Resident Evil Afterlife le hemos decidido llamar Resident Evil Ultratumba. Imagino que lo habrán hecho para facilitar las críticas.
Después de tanto palo toca admitir que la película técnicamente no está mal hecha y las escenas de acción están bastante bien realizadas. Pero sobre todo lo que más me ha gustado han sido los créditos finales. Entre medias nos regala lo mejor de la película, un cameo de Jill Valentine perfectamente caracterizada como en Resident Evil 5, motivando a sus tropas para la batalla final. Se nos haría a todos un poco raro que fuera la antagonista de la próxima entrega, aunque hay que recordar que era de los enemigos más difíciles del juego si jugabas en un nivel elevado.Así que vuelve a pasar lo de siempre. Si no hemos tenido suficientes golpes a algunos nos queda algo de ilusión por saber qué ocurrirá en la quinta parte. Una vez muerto Wesker (no es en absoluto descabellado que sobreviva como acostumbra a hacer) el final que nos plantea es por lo menos intrigante. El filme terminaba con todos los supervivientes reunidos en el Arcadia y con infinidad de tropas de Umbrella dirigiéndose hacia ellos. Realmente lo tienen complicado para sobrevivir, así que habrá que esperar a ver qué nuevo milagro se le ocurre al todopoderoso Anderson. Desde aquí le rogamos que no vuelva a clonar a su amada. Seguro que Milla Jovovich se sentirá orgullosa cuando se vea una y otra vez en el sofá de su casa junto con su maridito. Nosotros en absoluto.
El otro interrogante es saber si aparecerá por fin el personaje de Leon S. Kennedy y, sobre todo, quién le interpretará. Para darle un poco de vidilla al blog desde aquí os invitó a comentar quién creéis que podría pegar para el papel del policía de Raccon City o cómo pensáis que derivará la historia porque yo no lo veo nada claro. Se admiten propuestas.
0 comentarios:
Publicar un comentario